Nada es absoluto y el arte escapa muchas veces a toda norma, pero en líneas generales creo que existen pautas que sí pueden ayudarnos a escribir algo mejor.

Así, presento mi guía personalísima de «Cómo no escribir» a partir de la novela Luz virtual de William Gibson. Porque de los malos libros también podemos aprender. 


Con lo guay que parece...

No escribas:


·Universos vagos. 


Luz virtual transcurre en un universo cyberpunk donde se habla de conceptos, sucesos y personajes desconocidos que sin embargo no se explican o bien se desvelan veinte páginas más tarde. Si no hay un marco claro y desarrollado desde el inicio, el lector sentirá desconcierto y perderá el interés. Basta de soltar nombres y dejar caer datos sin referencias ni contexto para que se note que te lo has inventado. No siempre hay que intentar sorprender, sino solo contar. No seas evasivo, sé directo.


·De forma ilógica. 


Suena a ciencias pero no, es literatura. Las historias deben ser lógicas y coherentes. Para desarrollar la trama no recurras a absurdos porque, bueno, al fin y al cabo hay que resolver la situación de alguna manera… Pues no. Si no sabes cómo salir de un problema, busca otras opciones, pero usa el sentido común. Ejemplo: en una escena cumbre de Luz virtual, el asesino despiadado espera a que los protagonistas se despierten para atacar... Pensemos un momento en lo risible que resulta. No lo hagas.


·Personajes sin personalidad. 


Si hay un protagonista arquetípico y repetido en las novelas del último siglo, es el de hombre blanco heterosexual norteamericano que a pesar de tener problemas es un tipo molón, siempre con una frase ingeniosa y cínica en los labios. Lo reconocerás fácilmente porque seduce a todas las mujeres sin ningún esfuerzo... No te dejes llevar por tus meras fantasías: es aburrido, plano y minimizas la empatía. Los tipos humanos son infinitos. Úsalos.


·Con un estilo ultra detallista (le he dado ese nombre, puede tener otros).


Creo que es uno de los grandes males de la literatura que sufrimos desde el siglo veinte y admito que le guardo un odio mortal. Lo ejemplifico con un fragmento de Luz virtual


«Sacó la bici de allí, asentó los dedos del pie en el pedal, montó evitando por un pelo no caerse del otro lado, y arrancó hacia la calle»


Uno más:


«Se quitó la camisa de IntenSecure, la arrojó al cesto de la basura y se puso una de las camisetas negras. Luego se desató los cordones de las zapatillas deportivas [...]»


Las descripciones constantes de cada movimiento y acción de un personaje son de un horror que supera toda barbarie. Las maravillosas elipsis existen para no tener que escribir que «Pepito movió el pie derecho y luego el izquierdo y se puso a andar». Es como si explicaras que estás respirando. No, no y no. 


Montó en su bicicleta, Cogió la bicicleta sin caerse… Incluso un preciso Huyó. ¿Tenemos que saber que se desató los cordones para quitarse los zapatos (¿en serio?) y el orden en que se vistió? Se puso la ropa que había comprado, Se cambió en el baño. Sé creativo: Con la ropa nueva, su imagen mejoraba. Omite lo obvio y rutinario.


·Morralla (poco técnico, lo sé). 


En relación con lo anterior, todo lo que puedas quitar de un relato, hazlo. Sin miedo. Siguiendo la doctrina de Chéjov: sencillez, sencillez y sencillez. 


Si puedes llegar al mismo punto con un personaje, no introduzcas otro pensando que tu obra gana en profundidad, cuando lo más probable es que resulte tediosa. No te enrolles. En esta novela de Gibson, encontramos a Skinner y a Yamazaki en sendos personajes irrelevantes e innecesarios con sus respectivos cupos de tiempo perdido. ¿Por qué empiezas el libro con un personaje que no tiene papel en la trama? ¿Para que la novela sea más gorda? Sé conciso, sé diáfano. 


Termino con una última recomendación: lee. Para aprender a escribir hay que leer. 


Fin.




















Comentarios

  1. Yo creo que si se elabora demasiado la personalidad de los personajes el resultado es que el lector se identifica poco con ellos y la narración, y lo ve todo desde fuera, con cierta distancia. Aunque, claro, todo depende de cuáles sean los propósitos del autor; quizá en determinados tipos de narración sí convenga elaborar la personalidad de los personajes. Yo prefiero implicar al lector porque lo que me interesa es que sienta la historia, la viva y experimente lo experimentado por los personajes.

    Buenos consejos, enhorabuena.

    Saludos,
    Marcos.

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  2. No estoy segura de entenderte... Si elaboras mucho un personaje, ¿el lector no se identifica? La verdad es que no he tenido nunca esa sensación, pero es un planteamiento a tener en cuenta. Gracias por comentar. Saludos.

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  3. Cuantos más detalles psicológicos y biográficos das de un personaje, más individual es y menos universal, y entonces es más difícil identificarse, creo yo. Juraría que leí en alguna parte que los personajes de los cuentos de hadas apenas tienen profundidad precisamente para conseguir eso: que el lector se identifique más.

    Pero no me hagas caso. :)

    Saludos.

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  4. La verdad es que salvo por "universos vagos" (que ni si quiera estoy seguro de si entiendo lo que quieres decir, así que puede que esté de acuerdo), estoy de acuerdo en todo, sobre todo el final.

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    1. Siento no haberme explicado mejor sobre "Universos vagos"; "universos indeterminados" puede que aclare algo más... Gracias por tu comentario.

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